¿Cómo combatir y prevenir las infecciones cutáneas de mi mascota?

Las infecciones cutáneas (pioderma y dermatitis por Malassezia) representan una parte importante de las enfermedades de la piel de nuestros bolas de pelo.
La flora cutánea: un delicado equilibrio
Los perros y los gatos suelen albergar entre el pelo y sobre la piel bacterias y hongos microscópicos que constituyen la flora cutánea. Ésta varía en función del ejemplar y de las zonas del cuerpo.
En algunas circunstancias (pulgas, alergias, condiciones de limpieza inadecuadas, etc.), se rompe el frágil equilibrio de la flora cutánea: los gérmenes se multiplican de una manera anormal y producen infecciones.
¡Aspectos clínicos muy distintos!
Una infección cutánea puede afectar a diversas capas de la piel:
- Las infecciones superficiales afectan a la epidermis y/o a la base de los pelos: granos amarillentos (= pústulas), enrojecimientos, picores, olores desagradables si existe maceración (sobre todo, en los pliegues de la piel de algunas razas caninas: Carlino, Shar Pei, etc.). Es importante reaccionar cuanto antes desde la aparición de los primeros síntomas, para impedir que la infección se extienda en profundidad.
- Porque las infecciones cutáneas profundas (que pueden afectar a todo el grosor de la piel) son más graves, más largas y difíciles de tratar: supuración purulenta nauseabunda y posible necrosis de tejidos cutáneos en la zona afectada. En los casos más graves, el estado general del animal se altera, y aparecen la fiebre, el abatimiento y la pérdida del apetito.
¿Qué estrategia seguir para combatir y prevenir las infecciones cutáneas?
Incluye varios aspectos:
- De entrada, el veterinario recetará un tratamiento tópico (champú, toallita, loción, aerosol, pomada, etc.), para reducir la cantidad de bacterias u hongos microscópicos, y así aliviar el picor: aplicaciones frecuentes al principio, y luego más espaciadas, sobre una piel preferiblemente esquilada.
- En caso de infección cutánea profunda, recomendará un tratamiento antibiótico o antifúngico por vía oral o inyectable, que habrá que seguir estrictamente durante un periodo largo. ¡La perseverancia es la clave del éxito!
- Aplicación de un tratamiento de fondo apropiado, si se identifica la causa que favorece la infección (alergia, parásitos, etc.), para reducir la posibilidad de recidivas.
- Por último, uso regular y a largo plazo de productos purificantes, rehidratantes y emolientes > Reducción de la duración global del tratamiento, refuerzo de las defensas locales del animal y prevención de las recaídas.
Dra. Isabelle Mennecier, veterinaria