Cómo controlar mejor la caída del pelo de su perro o de su gato
Que a nuestros animales de compañía se les caiga el pelo es un fenómeno completamente natural que se debe a las temperaturas y a la luminosidad. Sin embargo, es preciso que sepamos cuándo debe preocuparnos una pérdida excesiva de pelo.
¿Está mudando el pelo, o se trata de una pérdida anormal?
Los folículos pilosos son bolsas microscópicas que producen los pelos, y que se encuentran en la dermis y la epidermis. Pueden contener varios pelos:
- los primarios (de jarra y de guardia): rígidos al tacto y repartidos por todo el cuerpo del animal, le protegen de la intemperie y dan dan al pelaje su color.
- los secundarios: también denominados «vello», son unos subpelos densos y muy finos que mantienen equilibrada la temperatura corporal.
La actividad de un folículo piloso sigue un ciclo de tres fases:
- el crecimiento: el pelo crece y surge poco a poco de la epidermis.
- el periodo intermedio: el crecimiento se estanca.
- la caída: el pelo cae, y otro pelo nuevo lo sustituye.
En primavera y en otoño, los perros y los gatos experimentan un fenómeno común denominado «muda», que se pone de manifiesto con una gran pérdida de pelo. La muda se debe a que el subpelo se renueva para adaptarse a la estación: será más denso en invierno, y menos denso en verano.
Sin embargo, el hecho de vivir en un piso altera el ciclo natural del sistema piloso y produce falsas mudas: una temperatura y luminosidad estables en todas las estaciones favorecen la pérdida regular de pelo.
Por otra parte, los perros, según su raza, poseen una proporción mayor o menor de pelo primario y secundario, y la duración del crecimiento de ambos varía. A algunas razas, como el Husky o el Chow-Chow, les corresponde un ciclo de renovación más bien corto, que acarrea unas abundantes mudas estacionales.
Caída excesiva de pelo: principales razones
¿El animal recibe una dieta equilibrada?
Un pelaje pobre y poco frondoso suele ser síntoma de una carencia de vitaminas, ácidos grasos esenciales y oligoelementos. Este problema se podrá paliar únicamente con una alimentación de calidad.
¿El animal sufre una queratosis seborreica?
El exceso de sebo destinado a fortalecer y lustrar el pelo puede engrasarlo y favorecer su caída excesiva. Y lo mismo ocurre con un pelaje demasiado seco.
¿El animal padece alguna enfermedad?
Junto con una caída excesiva de pelo, se pueden dar algunos otros síntomas, como picores, placas y/o enrojecimientos.
Es importante consultar con el veterinario, dado que podría tratarse de alguna enfermedad (parasitaria, hormonal, alérgica, etc. ).
¿El animal tendrá un problema de comportamiento?
La soledad, los cambios en el entorno (un recién llegado a la casa, una mudanza, etc. ) afectan tanto a perros como a gatos, y pueden crearles ansiedad.
En dichos casos, los animales tratan de aliviar el estrés lamiéndose exageradamente o arrancándose pelos. Su veterinario puede recomendarle soluciones para tranquilizar al animal. Pídale consejo.
Cómo impedir que haya pelo por todas partes
Una rutina adecuada de cuidados
Cepillar a diario a su mascota le permitirá eliminar el vello superfluo. Este hábito es especialmente importante en el caso de los gatos, ya que reduce el riesgo de que ingieran bolas de pelo, algo que puede resultar peligroso.
Por otra parte, darles un baño con una frecuencia razonable elimina los residuos y el pelo muerto de la superficie de la piel, a la vez que protege la epidermis. Utilice siempre un champú apto para el pH de la piel de su animal de compañía.
Complementos alimentarios muy útiles
Los complementos alimentarios destinados a cuidar el pelaje y las garras, no sólo frenan la caída del pelo, sino que además favorecen su crecimiento. Por lo general, contienen vitaminas (A, F y biotina), compuestos azufrados, zinc y ácidos grasos esenciales (AGE), de tipo omega 3 y 6.
